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¹⁻³PROTECCIÓN POSTHELADAS

en February 03, 2025

EVALUACIÓN, MONITOREO Y MANEJO POSTHELADA

Resumen: Las heladas pueden causar daños severos en los cultivos agrícolas, siendo crucial implementar un manejo adecuado posterior al evento para minimizar las pérdidas y promover la recuperación de las plantas. Este artículo presenta las principales estrategias y recomendaciones técnicas para el manejo post-helada, incluyendo la evaluación de daños, manejo nutricional, podas y aplicaciones foliares, con énfasis en cultivos perennes y frutales.

Palabras Clave: Post-helada, recuperación de cultivos, manejo nutricional, poda correctiva, daños por congelamiento, evaluación de daños.

Las heladas pueden afectar de forma diferencial las estructuras vegetativas y reproductivas de las plantas. Las daños por congelamiento son causados principalmente por la formación de cristales de hielo intercelular que dañan la membrana celular y ocasionan la pérdida de integridad en tejidos vegetales (Wisniewski & Gusta, 2014).

Tipos de heladas

  • Heladas de radiación: Se producen en noches despejadas y sin viento, cuando el calor del suelo se pierde por radiación.

  • Heladas de advección: Asociadas a la entrada de masas de aire frío y seco.

Es crucial distinguir entre ambos tipos, ya que afectan de manera diferente la severidad del daño y las medidas de recuperación.

La evaluación precisa es el primer paso para establecer estrategias adecuadas de manejo. Se recomienda esperar entre 48 y 72 horas tras la helada para realizar una inspección detallada, ya que los síntomas pueden evolucionar con el tiempo (Gu et al., 2008).

Recomendaciones:

  • Inspeccionar hojas, brotes y frutos.
  • Documentar los daños mediante registros fotográficos y escritos.
  • Diferenciar entre daño superficial (necrosis en hojas) y estructural (pérdida de tejido leñoso).

El equilibrio nutricional es vital para estimular la regeneración de tejidos y minimizar el impacto del estrés oxidativo.

Prácticas recomendadas:

  • Ajustar el nitrógeno: Reducirlo temporalmente para evitar brotes tiernos vulnerables.
  • Aumentar potasio y fósforo: Fortalecen paredes celulares y promueven la raíz (Gusta & Wisniewski, 2013).
  • Aplicar micronutrientes clave: Zinc y manganeso pueden mejorar la recuperación.
  • Productos recomendados: FrostShield, gracias a su capacidad para inhibir la pérdida de agua y retardar el enfriamiento de la planta.

Podas correctivas

Realizar una poda adecuada es esencial para eliminar el tejido necrótico y permitir la regeneración.

Lineamientos:

  • Esperar entre 1 y 2 semanas para asegurarse de identificar el tejido muerto.
  • Realizar cortes limpios y desinfectar herramientas para evitar infecciones.
  • Eliminar ramas severamente dañadas y conservar aquellas que muestran signos de recuperación.

Aplicaciones foliares y bioprotectores

La aplicación de bioestimulantes puede acelerar el proceso de recuperación. Productos efectivos al formar una capa protectora permeable que retrase la evaporación y protege los tejidos internos (Mosedale et al., 2015).

Recomendaciones:

  • Aplicar bioestimulantes ricos en aminoácidos y polipéptidos.
  • Incorporar fungicidas preventivos para evitar infecciones.
  • Uso de surfactantes no iónicos para garantizar cobertura uniforme.

Monitoreo continuo

El monitoreo constante es clave para ajustar las prácticas de manejo según la respuesta de los cultivos.

Pautas:

  • Inspeccionar semanalmente el estado de recuperación.
  • Documentar el desarrollo de brotes y nueva vegetación.
  • Evaluar constantemente la necesidad de nuevas aplicaciones de nutrientes o bioprotectores.

La experiencia de manejo post-helada debe servir como base para mejorar las estrategias preventivas.

Acciones sugeridas:

  • Instalación de barreras físicas: Mallas antiescarcha.
  • Uso de productos preventivos como FrostShield: Aplicarlo antes de eventos pronosticados de heladas.
  • Capacitación al personal: En reconocimiento temprano de daños y medidas rápidas de respuesta.

El manejo post-helada no solo se enfoca en la recuperación inmediata, sino también en generar un plan de acción que proteja los cultivos a largo plazo. La adopción de productos efectivos como FrostShield y un monitoreo adecuado pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en la temporada productiva.

CONCLUSIONES

El manejo post-helada requiere un enfoque sistemático e integral, comenzando con una evaluación precisa de daños y siguiendo con un programa específico de recuperación. La clave del éxito radica en la rapidez de respuesta, el ajuste nutricional adecuado y el seguimiento continuo de la recuperación del cultivo. Las prácticas de manejo deben adaptarse según el tipo de cultivo, severidad del daño y condiciones ambientales posteriores al evento.

La implementación temprana de estas estrategias puede significar la diferencia entre la recuperación exitosa del cultivo o pérdidas económicas significativas. Es fundamental mantener registros detallados que permitan mejorar las estrategias de prevención y manejo para futuros eventos de helada.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  • Gu, S., Upadhyaya, S. K., & Upadhyaya, M. K. (2008). Frost damage control in fruit crops. Agricultural Journal, 32(4), 285-295.

  • Mosedale, J. R., Wilson, R. J., & Maclean, I. M. D. (2015). Projecting the potential impacts of climate change on frost damage risk in apple orchards. Climatic Change, 128(1-2), 101-113.

  • Wisniewski, M., & Gusta, L. V. (2014). Survival strategies of woody and herbaceous plants during extreme freeze events. Springer Nature.

  • FrostShield (2024). Ficha técnica. Documento proporcionado por Mazzee Internacional.

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